Taller de Agricultura Urbana

Durante los meses de noviembre y diciembre de 2013 se llevó a cabo el Programa “Mérida siembra”, en al ciudad de Mérida Yucatán, implementado por nuestra asociación y con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Social y el Gobierno del Estado de Yucatán.

Como parte del programa se impartió un taller de agricultura urbana biointensiva en cuatro localidades de la ciudad, dirigido a personas interesadas en cultivar alimentos ecológicos en sus hogares. El taller se clausuró con una celebración en donde se reunieron los participantes para compartir experiencias.

En el equipo de trabajo destacaron la labor de la Lic. Daén Badillo y el Mtro. Paul Wood quienes fueron los profesores, el M. en C. Luis Novelo como asesor técnicos y la Dra. Helga Geovannini quién fungió como la coordinadora.

La sede en Chuburná fue la Unidad de Manejo de Vida Silvestre Aviarios del Sureste, dedicada a la cría en cautiverio de especies de aves nativas, la educación ambiental, y la sustentabilidad urbana. En este lugar el Mtro. Paul Wood impartió las sesiones para los tres grupos (lunes, miércoles, y viernes) con un promedio de 15 participantes en cada sesión.

La comisaría de Sitpach

Entre los diversos temas que se abordaron destaca el cultivo de alimentos ecológicos, la ubicación y diseño del huerto familiar, la elaboración de la composta, preparación de semilleros, siembra, trasplante, mantenimiento, abonado, control de plagas, nutrición y alimentación sana entre otros.

Al final del curso, se realizó la clausura del programa Mérida Siembra en la Col. García Ginerés, contando con la asistencia de alrededor de 40 personas, de las cuatro sedes. Las y los organizadores y asistentes compartieron sus experiencias y se enfatizó la importancia de crear una red de agricultores urbanos.

Finalmente, y después de compartir anécdotas y experiencias, a cada uno de los beneficiarios se le entregó un kit de semillas y humus de lombriz para que siembren en casa. Posteriormente se hizo la invitación a la degustación de diferentes platillos, de alimentos novedosos, nutritivos y sanos que pueden incluir en su dieta.

Asimismo, tuvimos la oportunidad de aplicar dos encuestas a los participantes, una de evaluación del programa y la otra de alimentación y actividad física. Los resultados nos permitirán darnos cuenta de algunos aspectos relativos a nutrición, movilidad, actividad física entre otros datos que serán de utilidad para diseñar programas que se adapten mejor a las necesidades de las y los meridanas.

Consideramos que la impartición de este programa trajo múltiples beneficios a 81 habitantes de Mérida y a sus familias, dado que desarrollaron habilidades que les permiten, si así lo desean, tener un espacio propio de cultivo, y así tener acceso a cultivos para autoconsumo, frescos, sanos y también a la posibilidad de una mejor nutrición con menor gasto. De la misma manera los participantes conocieron a otras personas con intereses similares con las cuales formaron redes, tanto formales e informales. Incluso algunos y algunas de las participantes cuentan ya con una opción potencial de autoempleo en el mediano y largo plazo.

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